
Alguien me enseñó una vez que...
la riqueza del pobre: es SU DIGNIDAD.
Hoy, la vulgaridad de la vida me enfrenta a un obstáculo entrampado en falsos argumentos a cambio de "la entrega de mi dignidad" y eso...
NO LO TRANZO,
NO LO NEGOCIO,
NO LO VENDO...
eso es parte de mi herencia familiar: de los valores que recibí de mis Padres,
de la crianza que me dieron en mi casa,
de lo impagable que se hereda en un hogar,
de lo que se trae con uno: en la cuna.
Hoy, mujer y adulta: Madre, Esposa, Hija, Hermana, Tía, Amiga, y otras, confluyen en mí conjugándose en mi ser: "no le temo a lo infundado"...
Así como yo recibí una herencia rica en valores al interior de mi hogar:
soy responsable de escribir en el libro de la vida de mis hijas SOBRE LA LUCHA CONSTANTE POR MANTENER LA DIGNIDAD y mil temas.
A ti que lees buscando una reflexión:
¿Qué opinas sobre "la dignidad"?
¿Te hablaron sobre "la dignidad"?
¿Cuál será tu herencia en valores para tus hijos/as?